Hace tiempo que no os dejaba un cuento para niños, así que creo que iba siendo hora de hacerlo,
aquí os dejo el nuevo cuento, que espero os guste.
Don.
“EL PUPAS”
Había una vez
en un país muy lejano, un muchacho de nombre Paco, pero que todos
lo conocían por el sobrenombre de “ el pupas”, le llamaban así
porque desde muy pequeñito siempre se quejaba de que le doliera
algo.
“El pupas” no
era mala persona, ni mucho menos, pero a veces se hacía un pesado
con sus constantes quejas de salud, hasta que un día, pasado mucho
tiempo le diagnosticaron de verdad una enfermedad muy grave, por la
cual incluso se podría morir.
En aquella época
“el pupas” lo paso de verdad mal, pero como es lógico ya nadie le
hacía caso, por lo cual se veía completamente solo, cuando más
necesitaba compañía y atención.
Ya para
entonces, se dio cuenta de todo lo que había creado a su alrededor,
pues hasta sus mejores amigos le volvieron la espalda riéndose de él
y de la nueva enfermedad.
Pasado el
tiempo, este acabo sintiéndose solo y desamparado de verdad por lo
que decidió no salir de su casa, por ver si alguno de sus amigos se
percatara del cambio e iría a verlo, pero nada, todo continuo igual
no pasando nadie a verlo y lo que todavía es peor. . . ni tan
siquiera se molestaron en llamarle por teléfono.
Poco después de
aquello, desesperado y con los ánimos por los suelos, se metió de
verdad en cama y se negó a comer. Pronto, los médicos vinieron que
con su comportamiento la enfermedad podría empeorar ,poniéndole
una sonda le empezaron a alimentar artificialmente.
Para aquel
entonces este ya estaba arrepentido de su comportamiento anterior, y
juro que si salía de esa no volvería a quejarse aunque se estaría
muriendo.
Mientras pasaba
el tiempo, este se encontraba cada día más débil, cuando a uno de
sus médicos se le ocurrió repetir la prueba por ver cómo iba
avanzando, y así ver como le afectaba la debilidad de nuestro
amigo, “El pupas”.
Estos cuando
vieron los resultados no se lo creían, porque lo tenia todo
perfecto, aparte, como es lógico, de la debilidad que este tenía
por no comer y la falta de ganas de vivir.
Estos repitieron
la prueba hasta tres veces, y como vieron que daba el mismo
resultado. decidieron buscar donde había estado el error, antes de
decirle nada a este, por si acaso, no volvieran a estar equivocados.
Estos cogieron
su historial médico y repasaron los resultados una y otra vez,
dándole los mismos resultados positivos que ahora eran negativos,
por fin decidieron decirle a este el milagro que había sucedido,
pero antes volverían a hacerle por última vez la prueba.
Cuando cogieron
los resultados de la prueba vieron que no tenía nada y que según
los resultados era imposible que nunca la hubiese tenido, por lo cual
eso no tenía explicación.
Mientras
,nuestro amigo “el pupas” había recibido, por primera vez, la
visita de su amigo manolo, que viéndolo tan enfermo, decidió
comunicárselo a todos los de la panda, amigos, conocido y alguna
que otra novia de este, para que así fueran a verlo, por lo cual,
poco a poco este se empezó a mejorar, incluso le pudieron quitar la
sonda y darle de comer, este volvió a aceptar la comida y le volvió
la sonrisa.
Un día, pasado
tres meses desde aquel susto, y encontrándose este rodeados de los
suyos en la cama de aquel hospital, fueron los médicos a visitarlo y
de paso ver su mejoría.
¬Vemos que ya
pareces estar bien, así que te mandaremos a casa, pero antes te
hemos de decir, que las pruebas que te hicimos la ultima vez, te
dieron negativo respecto a tu enfermedad, averiguamos poco después
cual fuera nuestro error, la casualidad, fue la que hizo que
coincidierais tu y otra persona, ya mayor, que tenia los mismos
apellidos y el nombre que vos, y cuando se os hicieron la misma
prueba, el celador al llevar los resultados se choco con el otro
celador que llevaba las tuyas, mezclándose los dos historiales, al
recogerlos del suelo, cada uno de los celadores se llevo el resultado
de la prueba del otro, provocando que al otro se le mandara a su
casa, donde poco después murió de dicha enfermedad , ya para
entonces fue tarde para enmendar su error, pero no el tuyo, así que
te damos el alta con efecto inmediato y esperando nos perdones y que
celebres con tus amigos, el haber pasado el peligro en el cual nunca
estuvo.
“El pupas” no
salía de su asombro y alegría, mientras que sus amigos se volvían
a sentir defraudados, como si hubiese sido otra mentira de este, pero
a la vez, también se dieron cuenta que su amigo “el pupas”,
habría recibido “el gran escarmiento de su vida “
“El pupas
“nunca más volvió a quejarse de nada, incluso cuando estaba de
verdad enfermo, aunque nunca perdió su apodo, dejo de ser “el pupas”
Así que niños
aprender la lección y no seáis como “el pupas “o acabareis solos
y en un gran hospital.
Colorí colorado
este cuento se ha acabado.
Don.
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