sábado, 26 de octubre de 2013

CUENTO PARA NIÑOS





          Hace tiempo que no os dejaba un cuento para niños, así que creo que iba siendo hora de hacerlo,
aquí os dejo el nuevo cuento, que espero os guste.

           Don.







EL PUPAS

Había una vez en un país muy lejano, un muchacho de nombre Paco, pero que todos lo conocían por el sobrenombre de “ el pupas”, le llamaban así porque desde muy pequeñito siempre se quejaba de que le doliera algo.
“El pupas” no era mala persona, ni mucho menos, pero a veces se hacía un pesado con sus constantes quejas de salud, hasta que un día, pasado mucho tiempo le diagnosticaron de verdad una enfermedad muy grave, por la cual incluso se podría morir.

En aquella época “el pupas” lo paso de verdad mal, pero como es lógico ya nadie le hacía caso, por lo cual se veía completamente solo, cuando más necesitaba compañía y atención.
Ya para entonces, se dio cuenta de todo lo que había creado a su alrededor, pues hasta sus mejores amigos le volvieron la espalda riéndose de él y de la nueva enfermedad.
Pasado el tiempo, este acabo sintiéndose solo y desamparado de verdad por lo que decidió no salir de su casa, por ver si alguno de sus amigos se percatara del cambio e iría a verlo, pero nada, todo continuo igual no pasando nadie a verlo y lo que todavía es peor. . . ni tan siquiera se molestaron en llamarle por teléfono.
Poco después de aquello, desesperado y con los ánimos por los suelos, se metió de verdad en cama y se negó a comer. Pronto, los médicos vinieron que con su comportamiento la enfermedad podría empeorar ,poniéndole una sonda le empezaron a alimentar artificialmente.
Para aquel entonces este ya estaba arrepentido de su comportamiento anterior, y juro que si salía de esa no volvería a quejarse aunque se estaría muriendo.
Mientras pasaba el tiempo, este se encontraba cada día más débil, cuando a uno de sus médicos se le ocurrió repetir la prueba por ver cómo iba avanzando, y así ver como le afectaba la debilidad de nuestro amigo, “El pupas”.
Estos cuando vieron los resultados no se lo creían, porque lo tenia todo perfecto, aparte, como es lógico, de la debilidad que este tenía por no comer y la falta de ganas de vivir.
Estos repitieron la prueba hasta tres veces, y como vieron que daba el mismo resultado. decidieron buscar donde había estado el error, antes de decirle nada a este, por si acaso, no volvieran a estar equivocados.
Estos cogieron su historial médico y repasaron los resultados una y otra vez, dándole los mismos resultados positivos que ahora eran negativos, por fin decidieron decirle a este el milagro que había sucedido, pero antes volverían a hacerle por última vez la prueba.
Cuando cogieron los resultados de la prueba vieron que no tenía nada y que según los resultados era imposible que nunca la hubiese tenido, por lo cual eso no tenía explicación.
Mientras ,nuestro amigo “el pupas” había recibido, por primera vez, la visita de su amigo manolo, que viéndolo tan enfermo, decidió comunicárselo a todos los de la panda, amigos, conocido y alguna que otra novia de este, para que así fueran a verlo, por lo cual, poco a poco este se empezó a mejorar, incluso le pudieron quitar la sonda y darle de comer, este volvió a aceptar la comida y le volvió la sonrisa.
Un día, pasado tres meses desde aquel susto, y encontrándose este rodeados de los suyos en la cama de aquel hospital, fueron los médicos a visitarlo y de paso ver su mejoría.
¬Vemos que ya pareces estar bien, así que te mandaremos a casa, pero antes te hemos de decir, que las pruebas que te hicimos la ultima vez, te dieron negativo respecto a tu enfermedad, averiguamos poco después cual fuera nuestro error, la casualidad, fue la que hizo que coincidierais tu y otra persona, ya mayor, que tenia los mismos apellidos y el nombre que vos, y cuando se os hicieron la misma prueba, el celador al llevar los resultados se choco con el otro celador que llevaba las tuyas, mezclándose los dos historiales, al recogerlos del suelo, cada uno de los celadores se llevo el resultado de la prueba del otro, provocando que al otro se le mandara a su casa, donde poco después murió de dicha enfermedad , ya para entonces fue tarde para enmendar su error, pero no el tuyo, así que te damos el alta con efecto inmediato y esperando nos perdones y que celebres con tus amigos, el haber pasado el peligro en el cual nunca estuvo.
“El pupas” no salía de su asombro y alegría, mientras que sus amigos se volvían a sentir defraudados, como si hubiese sido otra mentira de este, pero a la vez, también se dieron cuenta que su amigo “el pupas”, habría recibido “el gran escarmiento de su vida “
“El pupas “nunca más volvió a quejarse de nada, incluso cuando estaba de verdad enfermo, aunque nunca perdió su apodo, dejo de ser “el pupas”
Así que niños aprender la lección y no seáis como “el pupas “o acabareis solos y en un gran hospital.
Colorí colorado este cuento se ha acabado.

Don.

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