La princesa, de mi reino
Nuestra historia empieza, casi al final de lo que duraría aquella amistad. Corría finales de los noventa, cuando regresando de uno de mis viajes y por esas.... Estañas casualidades de la vida, me encontrara con mi amiga y protagonista de esta historia.
No había vuelto a verla, desde que se marchara por esos "mundos de Dios", supuestamente, en busca de nuevos horizontes. Al encontrarnos y después de los consabidos saludos, besos y algun abrazo, la invite a tomar un café, momento en el cual aprovecharíamos para que me contase alguna de esas "batallitas", vividas en... Ese,"Largo Peregrinar".
Pedir y ser servidos, fue un "visto y no visto", así que la inste a que empezase a contar (hay que ser siempre galante, nunca esta de más), empezando por sus nuevas amistades; me contó, que había hecho nuevas amigas, alguna de ellas extranjeras y todas preciosas, que se había hecho un cambio de "Lux" (de lo que ya me había percatado); sus palabras textuales fueron... Haber cambiado aquellos "Eternos" pantalones vaqueros y suéter, por lo ultimo en moda en preciosos vestidos de diseño, ahora le gustaba mas, incluso lo consideraba primordial, el ir a la "ultima" (en moda); tambien me contaría haber acabado con aquella... "Chica de barrio bajero", para convertirse en "una hermosa princesa", como en el cuento del "patito feo", la verdad es que esas palabras me sentaron muy mal, me hirieron de lleno en mi corazón, pero no dije nada, me mordí los labios hasta casi saltarme las lagrimas y evite su mirada, pues entonces yo... Jamas la vi así, mas aun, para mi siempre fue perfecta, tanto en su forma de vestir, como de manera de ser (por eso y otras cosas, había sido su amigo y confidente, en alguna de esas malas hora, que todos podemos tener, en uno u otro momento de nuestra vida), entonces siempre me había gustado su forma de ser incluso siempre me sentí orgulloso de ella y de tener su amista.
Mientras la escuchaba, mi pensamiento volaba lejos, entre mis recuerdos, en busca de alguna "Pizca" de aquella muchacha que yo conociera y que "Hoy", por mucho que mirase no la podía reconocer en aquella persona que tenia delante mio. Entre los recuerdos, vinieron maravillosos momentos vividos con esa hermosa, cariñosa y sobre todo "Sencilla" princesa; recuerdos de su sencillez y humildad (de la que hoy sería muy difícil de encontrar), la volví a mirar, pero esta vez fijamente a los ojos, quería escudrillar entre ellos en busca de algo de lo que ayer tanto desee, algo de su forma de ser, su sonrisa eterna o simplemente algun gesto que me la recordase, pero nada, nada de aquella persona tan maravillosa y de la cual, tan "Colado" estuve una vez. Lo mas curioso de esto era que mientras la escuchaba, sus relatos tenían en mi los mimos efectos que las clases de francés, cuando estudiaba, que siempre que escuchaba al profesor, ocurría lo mismo... Oír... Le oía bien, pero... Nunca llegue a entenderlo.
Me contó que había viajado por todo España y parte de Europa, que conocía los mas hermosos ciudades y lugares que jamas había supuesto que existieran; que su solvencia era tal... Que se podía permitir lujos que antes nunca había podido ni soñar con ellos, que su mundo y su gente era totalmente diferente, eran mas... "Chic" , que y que, y que... Curioso (muchos "que"), pero ningún comentario sobre lo que antes era esencial para ella, ni un solo... "tengo un maravilloso marido o por lo menos comentar algo de su nueva familia y su integración con ellos (lo que antaño fuera, para ella, su mayor tesoro, "El Amor" de su esposo e hijos); solo me hablo maravillas de lo material... Sus viajes, ropas, personajes, etc. y en lo personal... Ni un pequeño comentario, que en mi caso, era lo que mas deseaba saber, por lo que de alguna manera me dio "pena", mucha pena, para mi y para ella, siempre había sido, el pilar de nuestras vidas, y en mi caso lo sigue siendo, con los míos y mi familia.
Cuando se suponía quesería mi turno, no tuve el valor de decirle la verdad, esa verdad que me "quemaba" por dentro, esa palabra dura, muy dura..."Lo siento, me das pena".Yo, por mi parte me limitaría a decirle, que en mi vida todo seguía igual que siempre y que mi cambio de "lux" se limitaba a llevar, ahora, un sombrero y casi siempre vaquero.
Desde aquel día, estuvimos en alguna otra ocasión, pudiendo apreciar en mas profundidad aquel cambio del que tan orgullosa se sentía pero nunca mas me volvería a convencer de sus ventajas, de hecho, las veces que nos volvimos a ver siempre fueron por casualidad, nunca fueron buscadas, pues... Aquella princesa que yo conociera un tiempo atrás, debió de ser, en algun momento, destronada, porque por mucho que la observe, jamas vi en ella, ni un resquicio de la que fuera para mi...
La princesa de mi reino.
Don
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