martes, 18 de junio de 2013

RECUERDOS DE MI AYER

Dicen que: “Cualquier tiempo pasado es mejor”, más yo no estoy seguro de eso.
Ahora que lo pienso, me vienen a la memoria aquellos tiempos en los cuales todo estaba permitido pero nada aprobado.
Corrían los años sesenta, bien avanzados, cuando estaba yo, empezando a despertar a mi pubertad, muy diferente a la de hoy en día, que es mucho más precoz e insana.
Recuerdo que el primer beso que di, fue con regallinientes y casi hubo que forzarla a darlo, utilizando un juego, el juego llamado de la cerilla; Este consistía, en ponerse en corro toda la cuadrilla de amigos y amigas, se encendía una cerilla y se iba pasando de mano en mano, cuando llegaba la cerilla, a la persona que no podía sujetarla mas, porque se quemaba o al cual se le apagaba, le hacíamos pagar una prenda, que como era lógico, y por lo que realmente se invento ese juego, era dar un beso a fulanita o menganito, consecuentemente de la aceptación de la prenda, descubríamos, con mas o menos acierto, si lo que habíamos sospechado era cierto o no, que no era más, que el saber, quien estaba por quien o lo que es lo mismo, a quien le gustaba tal o cual persona y por supuesto hasta que tal grado.
Lo curioso de esto, es que ahí no se quedaba la cosa, pues si éramos de los adelantados a nuestro tiempo, si éramos más precoces, en vez de jugar con una cerilla lo hacíamos con un cigarro y al que se le caía la ceniza pagaba el mismo tipo de prenda, pues todos tenían la misma finalidad lo único es que a este se le añadía el morbo de quien era mas hombre por saber o no fumar.
Que curioso lo de aquellos tiempos, hoy en cambio lo que se considera una salvajada es ser “Virgen a los catorce años”; que digo yo, ni tanto ni tampoco. . .¿No os parece?

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