sábado, 13 de julio de 2013

GRITANDO MIS PENSAMIENTOS AL AIRE




UNA NOCHE MUY ESPECIAL


Esta noche de verano, me parece un poco especial, no es que me haya ocurrido gran cosa durante el día de hoy, a pasado como cualquier otro, tal vez con más calor de lo habitual consecuencia de la ola de calor africano que acaba de pasar por nuestro País, pero desde que acabo la tormenta eléctrica, con todos esos cientos de relámpagos y el gran concierto de Timbales que conlleva, creo que en mi celebro se encendió una lucecita aunque no observe bien el color por eso no sé si es buena o mala señal.
Son la una y media de la madrugada y la cosa parece que se ha tranquilizado, así que he decidido ir a dar un paseo.
He cogido un camino de la parcelaria recién arreglado con ”Grajillo” y aunque he tenido que dar algún que otro saltito para esquivar algún charco, por lo general, el camino estaba bastante bien.
El siguiente pueblo está a tres kilómetros, aun así mi meta ha sido el llegar allí.
He ido despacio, escuchando los diferentes sonidos de los campos por la noche, los cantos de las Chicharas, Grillos y demás insectos, a veces se hacían casi ensordecedores.
A lo lejos, también se escuchaba el croar de las ranas, de vez en cuando veáis pasar volando algún que otro, pequeño, murciélago, haciendo filigranas en el aire, pese a su ceguera, para atrapar su cena, consistente en una buena ración de insectos, sobre todo polillas.
El único problema que he visto es que durante todo el camino he tenido que ir esquivando la gran cantidad de caracoles que habían salidos animados por la recién pasada tormenta.
No hacia ni gota de ese calor “Tan Agobiante y Sofocante” Que hemos tenido estos días, al contrario, quería hacer como un poco de fresquito pero a duras penas lo conseguía, dejándonos una sensación de bienestar y satisfacción veraniega.
También, a lo lejos, de muy de vez en cuando se dejaba ver el resplandor de algún que otro coche que, probablemente salía todavía de fiesta, “La Noche es Joven”.
De vez en cuando, parecía, salir a saludar algún que otro “Sagutxu” (Ratoncíto de campo), como se les llama aquí.
Antes, me acuerdo como si fuera hoy, para estas horas ya hubiéramos visto correr alguna liebres y sendos conejos, pues esta zona siempre fue comarca de estos, ahora los cazadores, pesticidas y demás historias de la edad moderna casi no han dejado, y es difícil tropezarse con alguna de estas.
Lo que sí hay y muchos son jabalines y Corzos, por cierto antes me han salido un par de estos por el camino, de repente y me han dado un susto de muerte.
Acercándome al otro pueblo, he escuchado la corriente del río, que discurre desde ese lugar hasta el final del pueblo, junto al camino, más o menos, he bajado a este, siempre lo hago y me quedo quieto observando bien todo el fondo, por las orillas, hasta que acabo por ver algún cangrejo, de los cuales hay muchos en esta zona, pero ahora son de los repoblados y no merecen la pena cogerlos, como buen “Ex pescador”, que fui.
Pronto vuelvo al camino y me dirijo a la fuente de un manantial cercano, última parada, enseguida empiezan los chales y las casas del pueblo, allí ya se escucha llegar la música del cercano Puf, “La Cabaña”, donde a estas horas está en pleno apogeo. Me he parado para disfrutar esa mezcla de sonidos, naturaleza salvaje y ciudad, esta última abalada por la música de ese local cercano. Curiosamente en esos momentos me vino a la memoria, ese vicio contra el cual tantos años luche y ahora que al fin lo he dejado, hoy precisamente, parece que me lo han recordado estos ambientes tan relajados.
De vuelta para el hogar, nada se ve igual, te dan ganas de dar marcha atrás y volver al mismo lugar.
Por algo decía yo que esta noche. . . Parecía, algo especial.

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