GRITANDO MIS PENSAMIENTOS AL AIRE

    Lo curioso de esta vida.
 
     Un día al levantarte, lees en la prensa que los bancos de tu país casi hunden al mismo, consecuentemente, enseguida se busca ayuda de fuera y se les llena  " la tripa de nuevo", eso sí, a pagar por cuenta de todos;    ! y ustedes se preguntaran. . .  ¡,  ¿y ellos que hacen por nosotros. . . ? Para explicarme mejor os contare lo acontecido a un amigo reciente mente. 

  El otro día me encontré con un amigo que hacia un tiempo que no veía, después de los pertinentes comentarios y efusivos saludos de  amistad, procedimos a contarnos las historias vividas, por ambos , mientras habíamos estado sin aquel contacto de antaño. De entre ellas voy a resaltarles, la ultima vivida por mi amigo, pues viene a cuento de la critica que les pretendo contar.
   Mi amigo, al cual llamaremos "Pakito", se encontraba todavía muy cabreado por la "chapuza" que le habían hecho. Hace poco, unas dos semanas, necesito un apoyo  económico del banco con el cual trabajaba (la Caixa actualmente llamada "caixabank"); por no tocar el dinero que tenia a plazo fijo decidió pedir un pequeño préstamo de 3.000 €, se le había estropeado el coche que tenia para andar por la ciudad, el cual lo tenia por consumir poco y como casi salia mas barato comprar uno de segunda mano que arreglarlo, pues los había por "dos perras", (por la crisis), decidió comprarse otro que "Tragase menos", para ello pidió un pequeño crédito personal, siendo a partir de entonces cuando le llegaron las " hostias "
   Para empezar. . .  En la sucursal bancaria con la cual trabaja desde hacia muchos años, al entrar solicito estar con la persona que llevan las operaciones que este necesitaba, para lo cual, después de un largo rato de espera, le dieron cita para el día siguiente (por cierto con lo de coger la vez le pareció estar en una carnicería).
  Al día siguiente cuando llego ( seguro que puntual como siempre había sido), le dijeron que ellos ya no los concedían,  tenían  la obligación de mandarlos a la central, al apartado de "riesgos" o algo así, este no entendía nada, en otras ocasiones siempre se lo dieron sin más, además siempre le habían dicho tener, el director, libertad para conceder un crédito hasta cierta cantidad, eso si, para los clientes con cierta solvencia.
   A partir de aquí  empiezan las penurias de cualquier "españolito de a pie", con solvencia o sin ella.
 . La respuesta a su petición de crédito, tardaron en dármela nueve días (cuando le habían asegurado que como máximo serían dos) y eso que les dijo que había encontrado algo que le había gusto mucho (el coche que le estaban guardando).
    Ustedes dirán. . .  ¿y  de que se queja?, simple y llanamente de la observaciones de dichas personas, que os recuerdo, estamos todos nosotros pagando sus ayudas, producto de sus malas gestiones, pues que estos buenos señores, en agradecimiento por mi fidelidad o simplemente por  lo que hablado anteriormente,( nuestro apoyo y ayuda a darles su "solvencia") vuelven de nuevo a rizar el rizo.
    El miércoles de la semana siguiente, le llamaron para confirmarle la concesión del susodicho  crédito,  quedando con Pakito, (como la primera vez), para el día siguiente a una hora determinada; al llegar allí, esta vez, le atendieron rápidamente (de hecho, a Pakito, le pareció que le estuvieran esperando).
    Al recibirle, lo primero que hicieron es pedirle, muy amablemente, que se sentarse mientras se  vanagloriaban  de su participación para la concesión del crédito, cosa que Pakito dudo mucho, (pues si hubiera sido así, ellos mismos le hubiesen concedido el crédito), mientras todo eran  halagos hacía mi amigo. Mi amigo Pakito me dijo. . . que durante un instante, le hicieron sentirse, como creía él, se sentiría    si le hubiese tocado la lotería y le intentasen, convencer para que lo ingresase en dicha entidad.
    Pronto le hicieron salir de su error dandose cuenta que. . . "A un  lobo aunque se le domestique, siempre seguirá siendo un lobo, acabando tarde o temprano por actual como tal"; cuando mas cómodo  se sentía  y "mentalmente", empezaba a saborear "las mieles"del éxito, la subdirectora, (que debe ser, la que lleva dichos temas en esa entidad) le empezó a comentar como en otras ocasiones ya hubiera hecho, la posibilidad de asegurar este y otros vehículos de su propiedad en dicha entidad; Pakito, contrario a esta forma de actuar le corto enseguida su "retahíla", para recordarle, que ya se lo había ofrecido en su día  e igual que no le intereso entonces hoy tampoco iba a cambiar su opinión, pues ni el precio, (era mascaro) ni las clausulas de este,(tenia, que dar los partes de accidentes por teléfono) nunca le convencieron, no le daba seguridad, además, tenia ya, otros con ellos, el de la hipoteca de la segunda vivienda y el de vida, que en su día le exigieron sacar con ellos, a la que hoy es su mujer, por cierto, solo han tenido un siniestros con estos, bueno mas que siniestro una tontería de dos duros que tuvo que acabar pagando él, pues le dijeron no entrar junto a muchas otras cosas que se suponían de leer las clausula del seguro.
     De pronto la amabilidad de la subdirectora desapareció, para entrar de nuevo en el juego un rifi rafe que debió de terminar por intentar obligarlo, como mínimo, asegurar con su compañía de seguros por lo menos el vehículo a comprar, en compensación por la concesión del crédito, Pakito no sabía como reaccionar, no se lo esperaba, aquello no tenia ningún sentido para él, así que sin decir nada se levanto
para marcharse mientras le decía no interesarle aquel rédito así, pues para él era como aceptar un chantaje, su moza lo acepto con la casa, pero él no estaba dispuesto aceptarlo por cuatro perras ni por cien. . . de pronto me dijo haberse  dado cuenta que aquello seguro que le habría ocurrido a otras personas, que al igual que ´´el, probablemente se habrían ido. . . "con el rabo entre las patas", !no¡ aquel no seria mi Pakito, aquel amigo de mi infancia así que como es lógico y yo ya esperaba, se giro y volvió a sentarse, esta vez serio muy serio,(me lo estoy imaginando) increpándole a que le diese la hoja de reclamaciones
    


y si no,  recuerden lo que han hecho con esas personas que en su día les dieronimagínense ustedes que no harán con las personas, que por esta y otras cajas como ella, se han quedado en la calle, sin su piso por desahucio, y sin trabajo, ademas de con una deuda, de un montón de millones, que no son convalidados al entregar dicha vivienda; ¿que bien nos ayudan, verdad. . .sigamos,  los que todavía, a duras penas, podemos seguir arrastrándonos (pues lo de ir tirando) hace tiempo que quedo atrás